No pensé que me inspiraria tan temprano, pero esto es algo que me ha dado mucha alegría y lo quería compartir. Hoy mientras venía en la micro, en una de las paradas que hay un poco más allá de mi casa se subió una niña, nunca la había visto y eso que no tenemos mucha distancia de diferencia pero desde que la vi en la parada mientras la micro se detenía me enamoré, cuando se subió me enamore aún más y tuve la suerte de que se pusiera justo en delante mío, no de frente pero de perfil.

Tenía el cabello morado, un estilo medio vintage, usaba pantys, un vestido a rallas y una chaqueta de mezclilla algo desgastada, unos zapatos color burdeo que le combinaban con todo su conjunto (Si hay algo que me encanta son las mujeres que logran armar conjuntos con los cuales logran resaltar) definitivamente me enamoré, durante el trayecto no la pude mirar demasiado ya que cada vez que miraba su rostro me sonrojaba y me ponía a mirar por la ventana. Me gusta cuando me pasan estas cosas porque normalmente siempre que voy camino a estudiar o trabajar es algo latoso, voy demasiado serio, viendo a cada rato cuanto falta para llegar, pero con estas pequeñas cosas a veces no quiero que los viajes terminen.

Es sabido por algunos que yo hace años tengo un amor platónico de micro, es una niña que vive a un par de cuadras de mi casa, la vi por primera vez a los meses que entré a trabajar y me enamoré de ella desde ese día que la vi a lo lejos. A ella le gusta teñir su cabello, normalmente anda con atuendos semiformales pero bien ligados al estilo japonés, usa lentes y la he visto leer mangas. Han pasado ya casi 4 años desde que entré a trabajar y me la sigo encontrado, no es algo recurrente pero podríamos decir que ¿Al menos una vez al mes? Normalmente es cuando vuelvo a casa, pero han habido un par de veces en las que la pillo por la mañana.

Durante todo este tiempo nunca me he atrevido a hablarle, soy bastante tímido, pero con el solo hecho de verla me ha alegrado mucho mis días, es algo mágico, puede que ande muy enojado o triste, pero si la veo todo eso se me olvida y comienza a aparecer una sonrisa por mi rostro. Estas pequeñas cosas que quizás son obra de mi mente, me alegran mucho la vida, a veces sin siquiera hablar con alguien, solo el hecho de ver me entrega una felicidad enorme. Muchos dicen que debería acercarme a hablar, pero no quiero, por el momento soy feliz con esto, y más ahora que tengo dos amores platónicos.